Tiene dos pegas. La primera, que hay que coger el coche para ir hasta allí, y la segunda, es difícil encontrar este restaurante sin haber buscado antes la situación exacta.
Dejando a un lado estas dos dificultades, el local tiene una terraza que da hacia una gran plaza. El interior del mismo es muy acogedor, pero quizás muy estrecho, lo que agobia un poco, si bien no para de pasar gente por al lado.
En cambio, tiene una amplia carta de tapas muy, muy, pero que muy económicas.
He comido varias veces allí, y siempre pido patatas con ali oli o ensaladilla rusa. Ambas cuestan 3€ cada una, y son raciones para, por lo menos, cuatro personas.
Las patatas bravas rondan ese precio, también ponen bastante cantidad, pero parece más tomate del Mercadona que salsa brava.
Mi recomendación es la delicia de solomillo. 2.50€ por un trocito pequeño, pero que es un orgasmo para el paladar.
Bajo mi punto de vista, lo ideal es pedirse una hamburguesa con patatas fritas por tan sólo 3.50€ y unas 3 tapas al centro, que recuerdo que son muy generosas. La hamburguesa lleva beicon, queso, lechuga, tomate y cebolla, está muy buena y es grande.
En definitiva, por unos 7€ puedes hincharte a comer tapeando comida muy buena. Muy recomendable.
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